La piel no miente
En estos días de festividades las redes sociales explotan con recuerdos de "Navidades" pasadas y de pronto ¡ahí está! esa fotografía tuya de hace cinco años. La ves y exclamas "¡qué bien me veía! e inmediatamente después te preguntas "¿qué me pasó?"...Sin importar la edad que tengas notarás la diferencia, porque aunque seas o te sientas joven, el envejecimiento llega, de hecho comenzamos a envejecer a partir de los 30 años. Y aunque envejecer no es opcional, verte y sentirte bien con tu imagen si lo es.
¿Has notado como se ve tu piel al día siguiente de una desvelada, o cuando te enfermas? ¿Cuando estás estresada? Esas bolsas, líneas, manchas, son el resultado de una inflamación a nivel celular que digiere el colágeno de la piel y se roba el brillo saludable de tu piel.
La inflamación no sólo es la razón por la que te arrugas, también es la razón por la que se te olvida dónde dejaste las llaves o porqué te irritas o estás deprimida. Unas células inflamadas es igual a envejecimiento.
Cuando las células se someten al estrés oxidativo, es decir una bomba de radicales libres (contaminación, exceso de sol, alcohol, café, medicamentos) unas sustancias conocidas como Factores de Transcripción se activan, migran al núcleo de la célula y atacan el ADN, lo que causa que la célula produzca sustancias inflamatorias llamadas cytokinas, mejor conocidas como químicos asesinos de las células.
Una piel lozana se compone primordialmente de colágeno, pero un ataque de cytokinas acaba con él. Cuando se destruye el colágeno se forman micro cicatrices mejor conocidas como "arrugas".
Con la edad los niveles de sustancias inflamatorias tienden a aumentar, la lucha constante de nuestras células por combatir los radicales libres provoca una inflamación constante. Si a esto la agregamos una mala alimentación, pocas horas de descanso, fumar, comida chatarra, químicos en los alimentos o en los cosméticos, los rayos UV del sol, infecciones y estrés emocional, el resultado es una piel que grita "¡ayuda!
La buena noticia es que si reduces los factores que causan inflamación y proteges tus células con una buena alimentación y productos cosméticos naturales, puedes controlar o retardar los efectos del envejecimiento.
